lunes, 4 de agosto de 2014

Macllroy, toma el testigo cómo sucesor de Woods

La era Tiger Woods en el golf mundial parece haber acabado. Es el momento de Rory McIlroy, el golfista de los drivers poderosos y una mente rocosa. Este domingo certificó su vuelta al trono mundial con la victoria en el Bridgestone Invitational sobre Sergio García, que se había levantado con tres golpes de ventaja.

No hay desafío que McIlroy, 25 años y 13 títulos, no pueda afrontar. Con la misma determinación con la que cuando era un crío acudía a los programas de televisión a enchufar bolas dentro del tambor de una lavadora, ahora acomete asuntos más serios. Hace dos semanas ganó el Open Británico, su tercer grande, ayer sumó su primer torneo de los agrupados como Campeonatos del Mundo.

No hay desafío que McIlroy, 25 años y 13 títulos, no pueda afrontar
Lo más sorprendente, lo que habla de la fortaleza de la nueva estrella son sus últimos tres meses. Rompió en mayo su compromiso matrimonial con la tenista Wozniacki y manejó esa situación de estrés como un autómata. Ganó a la semana siguiente el BMW, el gran torneo de la primavera europea, y luego ha añadido los dos éxitos mencionados.

Armado de un driver que va muy recto y lejísimos -a Sergio le sacó 25 metros en cada salida-, aplastó a todos y alimentó la estadística negra de Sergio en los domingos del PGA Tour. Ha salido 12 veces como líder a la jornada final y sólo fue capaz de llevarse tres de esos títulos.

Los críticos esgrimirán esa estadística, aunque es algo errónea. La mejora de Sergio, que ayer, junto a Scott, fue elúnico de los de arriba que jugó sobre par (71 golpes), es también certificable. Hasta ayer era el golfista con mejor promedio de golpes este año los domingos (68,44). Hubiera sido suficiente seguir en la media, pero el empuje de McIlroy arrolló al amigo.

Comida juntos
Comieron juntos. Como a veces lo hacían Nicklaus y Trevino a finales de los prósperos años 60, cuando el seguimiento de la televisión aún no ponía dos ojos en la nuca del líder cada domingo.


Sergio y Rory, compañeros de andanzas en la Ryder, compartieron mesa antes de la batalla final, a pesar de que no era un torneo más. Para el español suponía la mayor victoria de su carrera; para el nuevo dominador el asalto al número 1 mundial.

El arranque de McIlroy
McIlroy salió a degüello. En los tres primeros hoyos, con tres birdies, se puso líder. A eso ayudó Sergio que se llevó por delante un diamante de la sortija de una espectadora en el hoyo 3 y, luego, a contracorriente lo pagó con bogey.


No era el mejor inicio que podía esperar García, pero, paciente, esperó su momento. Un putt de cinco metros en el hoyo 9, después de que el norirlandés cometiera un bogey y una corbata, les situó en un mano a mano y en igualdad a falta de nueve hoyos.

El desenlace final aconteció en el hoyo 15, cruelmente en un par 3 como en el Royal Liverpool y en una situación parecida

Golpeó McIlroy -birdie en el 11-, que cobró ventaja. Sus golpes de salida no eran precisos, pero tenía un aliado en los árboles que expulsaron en tres ocasiones la bola a la calle. Le ocurría en la época dulce al ahora doliente Tiger. Debe ser un cromosoma más en los fueras de serie.

El duelo cobraba en intensidad, pero no lo evidenciaban los dos golfistas. Quedaban cinco hoyos, se estaban jugando 1,5 millones de dólares, pero hablaban y reían como en un entrenamiento.

El desenlace final aconteció en el hoyo 15, cruelmente en un par 3 como en el Royal Liverpool y en una situación parecida. La bola de Sergio no cayó esta vez en la arena, pero se quedó aún peor: en el borde y en el rough. La sacó como pudo y falló el putt.

Los improbos intentos finales fueron baldíos. Igual que con Woods, cuyo futuro inmediato y lejano es una enigma -tiene 38 años y los últimos tres cargados de lesiones-, no podía haber concesiones, tampoco las puede haber con Rory, que marcará una dinastía. 

A Sergio, que sumó el tercer segundo puesto del curso, le quedó el consuelo del progreso. Ya es tercero del mundo, detrás de McIlroy y Scott. Algo impensable hace algo más de un año.


Clasificación
 1. Rory McIlroy (ULS) 265 (69, 64, 66, 66)
 2. Sergio García (ESP) 267 (68, 61, 67, 71)
 3. Marc Leishman (AUS), 268 (64, 69, 68, 67)
 4. Charl Schwarzel (AfS) 271 (65, 69, 73, 64)
 +. Patrick Reed (USA) 271 (67, 68, 71, 65)
 +. Keegan Bradley (USA) 271 (68, 67, 67, 69)
 +. Justin Rose (ING) 271 (65, 67, 70, 69)
 45. Miguel Ángel JIménez (ESP) 283 (69, 69, 72, 73)
 62. Gonzalo Fernández-Castaño (ESP) 291 (79, 71, 67, 74)
 63. Pablo Larrazábal 292 (71, 74, 77, 70)
 Retirado: Tiger Woods (hoyo 9)

Fuente: Marca.