El golfista norirlandés Rory McIlroy, número uno del mundo,
se ha impuesto este lunes en un partido de exhibición, celebrado en el campo
chino de Jinsha Lake, ante el estadounidense Tiger Woods, número dos del
ránking, en un partido que tenía como objetivo promover la práctica del golf en
China.
El jugador británico lideró el encuentro, que se disputó en
la modalidad de 'medal match-play' (mezcla Del habitual de los torneos y el de
hoyos ganados), desde el principio hasta el final, aunque pasó algunos apuros
en el último tramo del partido, para acabar firmando una tarjeta de cinco
golpes bajo par y sin ningún 'bogey'.
McIlroy comenzó el duelo de exhibición sumando dos 'birdies'
en los tres primeros hoyos, con los que cogió una considerable ventaja sobre su
oponente, pero según fueron pasando los 'greenes' el exnúmero uno del mundo
empezó a desplegar su mejor juego para ponerse a solo un golpe del norirlandés.
En el tramo final, y sobre todo gracias al juego corto
desplegado por Woods que le llevó a encadenar varios 'birdies' seguidos, el
marcador estuvo muy ajustado, e incluso muchos pensaron que se llegaría a un
desempate, pero McIlroy no se dejó llevar por la presión para acabar
aventajando en un golpe a su contrincante.
A pesar de la derrota, el jugador norteamericano se mostró
muy contento de haber podido participar en este encuentro de exhibición y haber
cumplido con el objetivo de promover este deporte. "Estamos en los puestos
1 y 2 del ránking mundial y se trata de jugar partidos como este para poder
promover el juego del golf en el mundo", explicó tras el encuentro.
Asimismo, McIlroy también vio muy positiva su participación
en el torneo, que analizó de la siguiente manera. "He comenzado el
encuentro muy bien, consiguiendo una pequeña ventaja en los primeros hoyos,
pero Tiger ha hecho una buena segunda vuelta con varios 'birdies'. He tratado
de mantenerme al frente y lo he conseguido", señaló
Fuente: El Economista